jueves, 30 de agosto de 2012

Si no lo veo, no lo creo.

Supuestamente debo seguir las reglas,ser buena chica,no meterme en líos, no juzgar por las apariencias, estudiar, no debo beber ni fumar, tengo que hablar correctamente y no decir tacos.
Os esforzáis por inculcarnos que es nuestra vida, que son nuestros errores al igual que un día fueron los vuestros y no os dais cuenta de que aunque os dejéis la voz en decírnoslo, es un ciclo que siempre se ha repetido y seguramente siempre se repetirá.
El día de mañana yo seré la que le diga a alguien lo que hacer y seguramente no me de cuenta que yo también lo viví años atrás y también me acordaré lo poco que me gustaba que me dijeran a todas horas por donde tenía que ir, lo que tenía que hacer y como lo tenía que hacer. Pero es algo reglamentario equivocarte en cada paso que das, no estudiar hasta el día antes del examen,meterte en mil y un líos,juzgar a la gente que pasa por tu lado, probar el tabaco y pillarte la mayor borrachera de tu vida, hablar mal y soltar veinte burradas con las que te quedes a gusto son cosas por las que todos pasamos alguna vez y que con el tiempo te van abriendo los ojos pero por mucho que los demás te los intenten abrir hasta que tú, con tus actos y decisiones no lo veas, no lo vas a creer.