Supuestamente debo seguir las reglas,ser buena chica,no meterme en líos, no juzgar por las apariencias, estudiar, no debo beber ni fumar, tengo que hablar correctamente y no decir tacos.
Os esforzáis por inculcarnos que es nuestra vida, que son nuestros errores al igual que un día fueron los vuestros y no os dais cuenta de que aunque os dejéis la voz en decírnoslo, es un ciclo que siempre se ha repetido y seguramente siempre se repetirá.
El día de mañana yo seré la que le diga a alguien lo que hacer y seguramente no me de cuenta que yo también lo viví años atrás y también me acordaré lo poco que me gustaba que me dijeran a todas horas por donde tenía que ir, lo que tenía que hacer y como lo tenía que hacer. Pero es algo reglamentario equivocarte en cada paso que das, no estudiar hasta el día antes del examen,meterte en mil y un líos,juzgar a la gente que pasa por tu lado, probar el tabaco y pillarte la mayor borrachera de tu vida, hablar mal y soltar veinte burradas con las que te quedes a gusto son cosas por las que todos pasamos alguna vez y que con el tiempo te van abriendo los ojos pero por mucho que los demás te los intenten abrir hasta que tú, con tus actos y decisiones no lo veas, no lo vas a creer.